jueves, 6 de septiembre de 2012

Casos de Maltratos: Resultados.

En efecto, es importante difundir esta información a fin de que los miembros de la sociedad sepan que actos son inadmisibles y que en consecuencia conozcan su derecho a denunciar estas aberraciones.
 Asi mismo, deben tenerse en cuenta a la hora de crear leyes protectoras a fin de determinar claramente las conductas a penar y sus consecuencias.

Los resultados obtenidos en esta primera investigación coinciden con los de otros estudios respecto de los animales víctimas de maltratos, en especial por considerar a los animales de compañía como los maltratados con mayor frecuencia y dentro de estos, a los perros como víctimas mucho más comunes que los gatos. Sin embargo, el estudio no encontró relación alguna entre el maltrato a los animales y el sexo del ofensor. Otros estudios han caracterizado a los hombres como el sexo más propenso a cometer crueldades hacia animales.


Nuestros resultados parecieron indicar la misma tendencia, pero las diferencias resultaron estadísticamente insignificativas. Esto pudo haber sido debido a la cantidad de denuncias en las que se omitió el sexo del ofensor, por lo que se aconseja no tomar nuestro resultado en forma tan precisa. Además del sexo, muchas otras características faltaron en los casos analizados, por lo cual, fue imposible caracterizar al agresor.


Se aconseja en el futuro crear formularios de denuncia que requieran más información sobre los autores de crueldades, a fin de poder terminar un “perfil” del abusador. La determinación de estas características podría ser de esencial importancia en la creación de estrategias de tratamiento y prevención del maltrato a los animales.


Los resultados de la segunda investigación apoyan la hipótesis de la existencia de un vínculo entre la crueldad a los animales y otros tipos de violencia interpersonal. En este sentido, se encontró que el 53.1% de los participantes que cometieron delitos violentos contra las personas reportaron haber maltratado animales durante su infancia y adolescencia, mientras que solamente el 9.7% de los participantes no violentos reportaron haber cometido este tipo de crueldad.


Del análisis estadístico de estos datos surge que esta diferencia es significativa y que por lo tanto existe una asociación entre la comisión de crueldades a animales durante la infancia y adolescencia y la posterior comisión de delitos contra las personas. Dicho de otra manera, los individuos que cometieron crueldades a animales son más propensos a cometer delitos violentos contra las personas que los individuos que nunca han maltratado animales. Los probabilidades de los individuos que maltrataron animales de cometer delitos violentos son 10.58 veces las probabilidades que tienen los individuos que nunca han maltratado animales.


Asimismo, se hallo una asociación significativa entre el hecho de haber sido testigo de peleas entre animales y la comisión de delitos violentos. En este sentido, se encontró que los individuos testigos de peleas de animales tienen el triple de probabilidades de cometer delitos violentos contra las personas que los que nunca presenciado este tipo de “espectáculos”, lo que podría implicar que la exposición a la crueldad hacia animales también influye en la posterior manifestación de violencia contra personas por parte del sujeto testigo.


Es importante señalar las limitaciones de esta investigación. En primer lugar, se trata de un estudio retrospectivo, en el cual se pide información a un grupo de individuos adultos sobre experiencias ocurridas durante su infancia y adolescencia. Esto presenta problemas relacionadas con fallas de memoria y reticencia a contar o recordar memorias dolorosas como puede ser el maltrato a algún animal. Además, el ocultamiento de la verdad se facilita por la forma de la encuesta (la respuesta se completa en un cuestionario vs. entrevista personal con otra persona). 
Por lo tanto, es lícito suponer que la cantidad de sujetos que maltrataron animales es mayor que el reportado.

Asimismo, es posible que según las experiencias y educación de cada sujeto particular, estos tengan distintos criterios para clasificar sus actos como “crueles”. Esto es lo que puede haber pasado respecto de la consideración de la omisión de alimentos y cuidados (definido como maltrato indirecto en la primera investigación) como maltrato. Los resultados de las encuestas revelan que la omisión en la provisión de alimentos y cuidados es un tipo de crueldad que aparece con mucha menor frecuencia (4.8%) que lo hallado en la primera investigación (51,5%). Sin embargo, es posible que muchos sujetos no consideren esto como un maltrato y por lo tanto, hayan decidido no reportarlo. 
He aquí la diferencia en los resultados.

Al ser esta investigación retrospectiva no es posible trazar relaciones de causalidad entre las asociaciones hechas. Es imposible saber si el maltrato a los animales es el determinante de la posterior comisión de delitos violentos por parte del sujeto, o si este maltrato fue una manifestación de una personalidad agresiva que en la adultez iba a expresarse contra seres humanos, pero obviamente existe entre estas variables una relación compleja y peligrosa. En todo caso, el estudio muestra que el maltrato a los animales es un factor de riesgo en la posterior manifestación de violencia interpersonal por parte del sujeto.


Por otra parte, los resultados de las entrevistas a los especialistas en violencia doméstica también apoyan la existencia de un vínculo entre la crueldad a los animales y la violencia interpersonal. Estos manifestaron que el maltrato a la mascota podría ser considerado como un predictor de la violencia hacia algún miembro de la familia debido a que “socializa al agresor con la violencia” y lo desinhibe de agredir físicamente a un ser vivo. 

Asimismo, el maltrato a los animales por parte de niños, debe ser considerado seriamente puesto que es un aviso sobre la existencia de un contexto familiar de violencia.

Estas entrevistas cuentan con la desventaja de no ser un estudio cuantitativo del que se pueda obtener resultados estadísticos exactos. Sin embargo, se trata de una investigación cualitativa que brinda resultados preliminares sobre el tema estudiado. Estos, analizados junto a los obtenidos por las encuestas en las cárceles (estudio cuantitativo) son un fuerte indicio de que el maltrato a los animales es un problema social de grandes dimensiones.


Este estudio ha demostrado las implicancias del maltrato a los animales sobre la sociedad como tal.
 La existencia de un vínculo entre la crueldad a los animales y otros tipos de violencia requiere la colaboración activa entre organizaciones protectoras de animales, psicólogos, médicos, psiquiatras, veterinarios, asociaciones protectoras de víctimas de violencia familiar y el sistema judicial a fin de implementar un tratamiento eficaz.

 En última instancia, el tratamiento de este problema, además de frenar la injusticia que acarrea sobre las víctimas de este maltrato, constituirá una herramienta esencial en la prevención de otros tipos de violencia en nuestra sociedad. 



Defensa Animal...


Pero eso no es todo, en países desarrollados y subdesarrollados podemos ver “deportes” como el Rodeo, el cual consiste en amarrar un lazo alredededor del animal, oprimiendo sus testículos.
 La gente piensa  que estos saltan de lo bravos, pero no, saltan del dolor, y eso no es todo, también existe otro “deporte” llamado Coleo, el cual consiste en ir en un caballo persiguiendo al toro y cogerlo de la cola con las manos, ha habido casos en que el jinete se ha quedado con esta en las manos, pero eso no es todo, la Fiesta Brava es una de las cosas mas crueles que he visto, dicen que es un arte, el arte de matar al toro, ¿quien dijo que matar es un arte? 
Entonces si yo mato a alguien y me preguntan por que lo hice, yo respondo que fue el arte de matar a esa persona. Pero no, no es todo, en los Circos las personas se divierten viendo los animales, tan lindo que hacen, pero el lado oscuro de esto es que el lado en que se encuentran los animales es inhumano, que es eso de coger a un animal, sacarlo de su habitad natural y ponerlo a hacer cosas que no quiere, en un mundo totalmente diferente para el, entonces la pregunta del millón es ¿Quiénes son los Animales? Muy fácil, nosotros,  a que persona se le ocurre hacerle daño a un animal indefenso ante nosotros, que no tiene huso de razón.

 El mencionado abuso es un problema social de grandes dimensiones que no solo afecta a aquellos animales víctimas de esta violencia sino a todos los miembros de nuestra sociedad. 

En primer lugar, sus víctimas son seres sensibles capaces de experimentar dolor, sufrimiento y estrés . La ansiedad es una causa importante generadora de dolor, estrés y por lo tanto, de sufrimiento. En este sentido, Gray proporciono un fuerte argumento a favor de la existente similitud entre la ansiedad en humanos y en animales.

En segundo lugar, la condición de inferioridad que poseen los animales en nuestra sociedad, nos hace aun más responsables de su bienestar. Según Aristóteles , el universo esta dispuesto de acuerdo a una jerarquía racional. Aquellos seres racionales –los hombres- ocupan los niveles superiores en la jerarquía y, por lo tanto, tienen el derecho de reinar sobre los seres que se encuentran por debajo de ellos. 

 En tercer lugar, la literatura psicológica, sociológica y criminológica extranjera ha estado analizando la idea de que el maltrato a los animales esta íntimamente vinculado a la violencia interpersonal . Según estos estudios, que se vienen realizando desde hace más de treinta años, la gran mayoría de los abusadores comparten una historia de castigo parental brutal y rechazo, crueldad hacia los animales y violencia contra personas.

viernes, 31 de agosto de 2012

Perros Maltrados por el Hombre..


ESTAMOS EN CONTRA DE CUALQUIER TIPO DE MALTRATO ANIMAL, CONSIDERAMOS ESTE UN PEQUEÑO PASO QUE NOS LLEVE HACIA LO QUE TODOS DESEAMOS, UN STOP AL MALTRATO ANIMAL EN TODAS SUS FORMAS Y SIN DISTINCIONES.
La crueldad hacia los animales comprende una gama de comportamientos que causan dolor innecesario o estrés al animal. Los mismos van desde la negligencia en los cuidados básicos hasta el asesinato malicioso.
Existen dos tipos de crueldad animal, el maltrato directo, que consta de la falta intencional en proporcionar los cuidados básicos, la tortura, la mutilación o el asesinato de un animal, y el maltrato indirecto. Este abuso innecesario se ha convertido en un problema social de gran dimensión.
Durante décadas se ha afirmado y estudiado la existencia de vínculos entre la crueldad animal, conductas antisociales y violencia interpersonal. Se ha expuesto que los abusadores comparten historial de castigo brutal y rechazo, así como de crueldad hacia los animales y violencia contra personas. Un mejor entendimiento de estos enlaces puede ayudar a la protección de víctimas. Así mismo, su reconocimiento permitiría acciones para promover su bienestar.
El maltrato hacia los animales constituye un aviso sobre la posible existencia de otras formas de violencia.Además, se hace alusión a una tríada de abuso y maltrato, la misma está constituida por el abuso físico por parte de los padres hacia sus hijos, crueldad hacia los animales, y violencia interpersonal. La violencia interpersonal se compone de las acciones y comportamientos de fuerza e intimidación innecesaria entre personas. Las féminas son las víctimas principales de este tipo de abuso.
Por otra parte, se ha identificado una estrecha relación entre la observación de actos de crueldad animal, y la práctica de tales abusos. Estadísticamente, se ha identificado que tres de cada diez individuos que han presenciado actos de crueldad animal, han incurrido en tales prácticas en algún momento.Además, se ha reconocido a los varones como los principales agresores de este tipo de maltrato.
Además, otros estudios como el de DeGue y DiLillo establecieron una serie de rasgos comunes entre los niños o jóvenes que emprenden en actos de crueldad animal. Entre las características más comunes se encuentran: el sentimiento de inferioridad, el rechazo y la crítica. También, el aislamiento y episodios de comportamientos agresivos constantes, caracterizan a los niños o jóvenes que emprenden crueldad contra animales.


BASTA YA DE VIOLENCIA ANIMAL! ELLOS TAMBIÉN SIENTEN Y TIENEN DERECHO A VIVIR.

Maltrato animal: la ley que nunca llega

Este video muestra el maltrato hacia los animales. Usemoslo como ayuda para motivarnos a cambiar esta situación y para que nos mueva a realizar acciones que nos ayuden a concientizar a la población.

viernes, 17 de agosto de 2012

Maltrato animal

¿Sabía usted que la crueldad hacia los animales y la violencia humana tiene una relación directa? Que el niño que golpea o tortura un animal podría crecer y herir y hasta matar un ser humano. Que el padre que le mete una patada al perro podría estar golpeando a su esposa e hijos. Que el niño que lastima un animal posiblemente ya es testigo de actos de violencia en su familia.
¿Por qué sería alguien cruel con los animales? Hay muchas razones. El maltrato hacia los animales es comúnmente cometido por personas inseguras con el auto estima bajo. Estas se sienten sin poder y bajo el control de otros. El motivo podría ser para intimidar, amenazar, asustar, ofender o rechazar las reglas de la sociedad.
“El abuso animal es apenas un eslabón de una cadena de abuso que lastima a todo el mundo, tanto a los animales como a las personas. Los niños que lastiman a los animales pueden llegar a ser adultos que lastimen a los niños o a otros adultos.”
Los casos de crueldad animal intencional también involucran alguna forma de violencia familiar. La violencia doméstica es la forma de violencia familiar más frecuentemente, Animales de compañía son los blancos más comunes de crueldad animal.
Abuso intencional o tortura es el más común de los casos, después vendría la negligencia extrema que incluye la hambruna y la falta de cuidados.
La violencia familiar es un problema real y severo que existe en la sociedad.
La crueldad intencional (a propósito) contra los animales es motivo de preocupación porque es una señal de problemas psicológicos.